miércoles, 28 de diciembre de 2016

¿Y si...?


'¿Y si...?' ¿No te parece una pregunta molesta? ¿No te parece una pregunta que no debería existir? Es quizás uno de los peores interrogantes que el ser humano es capaz de hacerse a sí mismo. Expresa duda, incertidumbre, (im)posibilidad y temor. Expresa todo aquello que pudo haber sido pero no fue. O todo aquello que podría ser pero no nos atrevemos a que sea. 

¿Y si no me quiere?
¿Y si me arriesgo?
¿Y si me equivoco?
¿Y si pierdo?
¿Y si gano?
¿Y si es mentira?
¿Y si hago el ridículo?
¿Y si le hubiera dicho lo que pensaba?
¿Y si se enfada?
¿Y si no vale la pena?
¿Y si hubiera ido?
¿Y si hubiera venido?

Y así podríamos seguir hasta infinito. Porque por lo general, el ser humano es un ser cobarde. Nos da miedo cambiar nuestra situación de estabilidad, aunque quizás esta no sea la que más nos guste. Por eso nos llenamos la cabeza con imaginaciones que podrían haber sido historias magníficas, pero que en cambio se quedaron solo en esos patéticos y ridículos '¿y si...?'. 

Sin embargo, todo puede cambiar si nos lo proponemos. No hay que seguir esperando, ni tampoco debemos desesperar. Mientras estemos vivos nunca es tarde para convertir todos esos '¿y si..?' en apasionantes y definitivos síes o noes. 

Sí, me quiere.
No, me equivoqué.
No, fallé.
Sí, gané. 
Sí, al final fui aunque no me divertí.
No, no vino porque no quiso. 
Sí, se enfadó, ya se le pasará. 
Sí, al final valió la pena.

Con los aciertos se adquiere confianza y con los errores se aprende. Con los fracasos se pasa página y se construyen nuevos triunfos, pero con las dudas no se obtiene absolutamente nada. Así que aunque nos equivoquemos, siempre será mejor arriesgar y fallar que vivir con la duda para siempre... porque no hay peor sensación que vivir con la incertidumbre del ¿y si...? grabada eternamente en nuestro corazón. 

K.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Destino.


El destino existe. Si bien es cierto que también existen muchísimas cosas que dependen de nosotros mismos, no podemos negar que hay muchas otras que se escapan de nuestro control. No las elegimos. Quizás sí podemos cambiar la actitud con la que las recibimos, pero muchas veces no las podemos evitar. La vida es una mezcla entre las decisiones que tomamos y los acontecimientos ajenos a nuestro ser que nos van ocurriendo. La clave está en intentar crear la mejor realidad a partir de lo que nos va dando el destino.

Por eso no podemos frustrarnos si las cosas no salen como deberían, porque no siempre depende de nosotros. Mientras tengamos la certeza de que hemos hecho todo lo posible para intentar que todo fluyera de la mejor forma, lo demás no debe preocuparnos. Mientras sepamos que pusimos todo de nuestra parte, nuestra conciencia debe quedar tranquila. El resto es solo cosa del azar, o del destino, o de la casualidad, o de la suerte... como ustedes prefieran llamarlo. A partir de ahí, lo que tenga que ser, será. Y lo que no tenga que ser, nunca será. Por mucho que nos empeñemos en lo contrario. 


K.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Recordar, olvidar.


Recordar es fácil para quien tiene memoria. 
Olvidar es difícil para quien tiene corazón.

Gabriel García Márquez

jueves, 10 de noviembre de 2016

Caminos.


A veces vamos por la vida siguiendo un rumbo equivocado. Pasamos nuestro tiempo así, pensando que ese camino es el correcto, gastando y gastando horas en llegar a un destino que aunque es incierto, se nos antoja adecuado.  Hasta que de repente algo ocurre. Una palabra, o un silencio. Una visión, o un recuerdo olvidado. Un acontecimiento, o quizás un no-acontecimiento. Cualquier detalle. No se sabe bien cómo ni por qué, pero de repente llega un día en el que despertamos. Y nos damos cuenta de que no. De que estábamos totalmente equivocados, y de que el único error ahora sería no abandonar ese camino por el que tantas veces hemos transitado. 

Llegados a este punto, lo que más duele es pensar en todo ese tiempo que hemos desperdiciado, arrojándolo por un precipicio del que no volverá jamás. Pero no importa, porque mejor tarde que nunca y porque nunca es tarde para volver a empezar. Lo importante a partir de ahora es no derramar más horas por la borda. Encontrar nuevos senderos, más luminosos y más definidos. Y aprender que si queremos quemar un poco de nuestro tiempo, que al menos sea en algo que sepamos a ciencia cierta que valdrá la pena.
K.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Be Still - The Killers


Be still and go on to bed.
Nobody knows what lies ahead.
And life is short
to say the least.
We’re in the belly of the beast.

Be still.
Wild and young
Long may your innocence reign
Like shells on the shore
And may your limits be unknown,
and may your efforts be your own
if you ever feel you can’t take it anymore...

Don’t break character,
you’ve got a lot of heart!
Is this real or just a dream?
Rise up like the sun,
labor till the work is done

Be still.
One day you’ll leave
fearlessness on your sleeves.
When you come back,
tell me, what did you see?
Was there something out there for me?

Be still.
Close your eyes,
soon enough you’ll be on your own.
Steady and straight.
And if they drag you through the mud
It doesn’t change what’s in your blood
Over rock.
 Over chain.
Over trap.
Over plain.
When they knock you down...

Don’t break character,
you’ve got a lot of heart!
Is this real or just a dream?

Be still.

Over rock and chain.
Over sunset plain.
Over trap and snare.
When you’re in too deep.
In your wildness dream,
in your made up schemes.
When they knock you down.

Don’t break character,
you’ve got so much heart!
Is this real or just a dream?
Rise up like the sun
and labor till the work is done...

jueves, 27 de octubre de 2016

Dicha.


"La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar".

Thomas Chalmers

sábado, 22 de octubre de 2016

Felicidad


En realidad la felicidad es muy sencilla. Nos empeñamos en pensar que la felicidad solo reside en acontecimientos maravillosos, en viajes extravagantes a destinos impronunciables o en experiencias que quitan el aliento. Pero es mucho más fácil que eso. La felicidad son detalles.

Felicidad es ver una película desde tu sofá en un frío y lluvioso día de otoño.
Felicidad es salir a tomar algo al bar de la esquina con un amigo de toda la vida. 
Felicidad es reunirte para cenar con tu familia. 
Felicidad es escuchar una canción de tu grupo favorito. 
Felicidad es levantarte tarde un domingo por la mañana. 
Felicidad es recibir un gesto de amabilidad de alguien que apenas conoces. 
Felicidad es una sonrisa a destiempo, una palabra de ánimo o una mirada de complicidad.
Felicidad es reír por nada o llorar de emoción.
Felicidad puedes ser tú y también puedo ser yo.

Al final la felicidad pueden ser todas las cosas que tú quieras. No la busques muy lejos, porque existirá siempre que tú la quieras encontrar... y muchas veces solo la podrás encontrar dentro de ti.

K


sábado, 1 de octubre de 2016

*


"Al final todo saldrá bien, y si no sale bien es que aún no es el final".

sábado, 17 de septiembre de 2016

Dejar ir... o no.



Todos sabemos lo importante que es saber pasar página. Seguir adelante. Dejar ir. Numerosas canciones y numerosos versos han sido escritos dándole vueltas a este tema. Y es que cuando algo termina, de poco sirve intentar buscar el siguiente capítulo. Cuando algo no tiene sentido, menos sentido tiene seguir dándole importancia. El problema es que no siempre sabemos o no siempre queremos identificar el final. El final de los sueños. De las historias. De las relaciones. De las etapas. Pero quizás es más común aún el hecho de que aunque sí sepamos o sí queramos, lo que no sabemos o no queremos es vivir con la posterior ausencia. Y es por eso que nos aferramos. Nos aferramos con todas nuestras fuerzas, porque preferimos vivir con una falsa ilusión que asumir definitivamente que ya no hay nada que hacer. 

Sin embargo, también conviene considerar esta idea de otro modo. "Ya no hay nada que hacer" o "está perdido" son frases demoledoras. Y el ser humano, por lo general, necesita pensar en positivo, necesita alimentar su alma con esperanza. Es casi un mecanismo de supervivencia. Vivimos en un mundo ya de por sí deshumanizado, así que si encima matamos las pocas ilusiones que tenemos, ¿qué nos queda? Además, hay que tener en cuenta que las cosas no siempre quedan tan claras. Los límites entre un 'adiós' o un 'hasta luego' no suelen quedar bien delimitados. La diferencia entre un 'nunca' y un 'quizás' tampoco es concluyente. Y es en esa preciosa incertidumbre donde reside la ya mencionada esperanza, esa inevitable compañera de vida que para bien o para mal, al final nunca nos abandona. 

Por eso hace falta un equilibrio. Ni dar todo por perdido a la primera, ni aferrarte con desesperación a causas perdidas. Lo importante es saber qué es lo mejor para nosotros mismos. La gente puede dar mil consejos, pero el mejor consejero que existe sin duda alguna es nuestra propia intuición. Decían en la mítica película Rocky Balboa (2006) que nada termina hasta que tú sientes que termina. Y así es. Aunque no siempre sepamos con exactitud en qué momento algo llega a su final, lo que sí podemos saber es cómo nos sentimos al respecto. Si tienes un sueño por el que lo has dado todo sin obtener resultados, por el que has sufrido en innumerables ocasiones, quizás seguir intentándolo solo te causará más dolor. No vale la pena. Pero si sueñas y en el camino te sirves de tus ilusiones para hacerte más fuerte, quizás no tengas por qué dejar ir ese sentimiento. Si sueñas y te enriquece, ¿por qué dejarlo ir? Quizás se cumpla, quizás no, pero soñar también puede servir para seguir adelante. Mañana podemos caer mil veces, nos pueden arrebatar mil cosas... pero el buen rato que hemos pasado hoy soñando no tiene precio. Porque efectivamente, soñar es gratis. Y que nos quiten lo soñado.

K.

viernes, 10 de junio de 2016

Soneto



Quien dice que la ausencia causa olvido
merece ser de todos olvidado. 
El verdadero y firme enamorado
está, cuando está ausente, más perdido. 

Aviva la memoria su sentido,
la soledad levanta su cuidado,
hallarse de su bien tan apartado
hace su desear más encendido. 

No sanan las heridas en él dadas, 
aunque cese el mirar que las causó,
si quedan en el alma confirmadas.

Que si uno está con muchas cuchilladas,
porque huya de quien lo acuchilló,
no por eso serán mejor curadas.

Juan Boscán

lunes, 16 de mayo de 2016

Vida.

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo. 
Después de nada, o después de todo,
supe que todo no era más que nada. 

Grito "¡Todo!", y el eco dice "¡Nada!".
Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!".
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada
(era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada). 

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.



José Hierro

lunes, 9 de mayo de 2016

Señales

A menudo nos gusta pensar que existen las denominadas señales del destino. Cuando no sabemos qué debemos hacer, qué debemos esperar o qué decisión tomar, desearíamos que apareciera una providencial señal mágica en nuestra vida para aportarnos la respuesta. En este absurdo anhelo depositamos todas nuestras esperanzas, y nos creemos que cuando aparezca la señal correcta todas nuestras dudas desaparecerán. Pero no hay nada más lejos de la realidad. No hay cuento de hadas más ridículo que este.

Lo que realmente ocurre en esos casos, es que ya sabemos de sobra cuál es el camino que debemos tomar, pero algo en nuestro interior nos dice que no es el mejor. Quizás es el que deberíamos escoger, pero no es el que nos gustaría. Y como no nos gusta, nos agarramos a cualquier atisbo de luz que nos diga que en realidad lo que deberíamos hacer no es lo que el destino quiere que hagamos. Sin embargo, en el fondo sabemos que estamos perdiendo el tiempo. Porque ya sabemos exactamente qué es lo que tenemos que hacer, pero nos da miedo afrontarlo. Nos da miedo enfrentarnos a algo desconocido y equivocarnos. Nos da miedo que lo que debemos no coincida con lo que queremos hacer. Tememos que la razón gane al corazón, pero sabemos de sobra que el corazón tiene todas las de perder. Y la cruda realidad es que sabemos que tal señal solo llegará cuando nosotros estemos preparados para asumir lo que de verdad necesitamos en nuestra vida. 

Así que no hacen falta señales milagrosas del destino para alcanzar nuestras metas. Lo que hace falta es valor para fabricar nuestro propio destino.
                                                                                                                                                               
K.


jueves, 28 de abril de 2016

El océano del tiempo.


No sabía entonces que el océano del tiempo tarde o temprano nos devuelve los recuerdos que enterramos en él.
Carlos Ruiz Zafón

domingo, 24 de abril de 2016

Olvidar.



Saber decir adiós también es renacer. Y olvidar viejos sueños también es crecer.
K

jueves, 21 de abril de 2016

Lost Stars


Please, don't see
Just a boy caught up in dreams and fantasies.
Please, see me
Reaching out for someone I can't see.

Take my hand
Let's see where we wake up tomorrow.
Best-laid plans
Sometimes are just a one-night stand.

I'll be damned
Cupid's demanding back his arrow
So let's get drunk on our tears.

And God, tell us the reason
Youth is wasted on the young
It's hunting season
And the lambs are on the run
Searching for meaning
But are we all lost stars
Trying to light up the dark?

Who are we?
Just a speck of dust within the galaxy?
Woe is me!
If we're not careful turns into reality

But don't you dare
Let our best memories bring you sorrow.
Yesterday I saw a lion kiss a deer.
Turn the page!
Maybe we'll find a brand new ending
Where we're dancing in our tears...


Adam Levine

sábado, 16 de abril de 2016

El Principito

Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón...
Antoine de Saint-Exupéry

viernes, 8 de abril de 2016

El cariño y su expresión.

Todo el mundo necesita cariño. El problema es que ni todo el mundo admite esta realidad, ni todo el mundo sabe expresar cariño aunque lo sienta. Puedes apreciar mucho a alguien, pero si esa persona no lo percibe de nada sirve. Se pierden así muchas emociones que no saben salir a la luz. Se evaporan aunque son reales. Y mientras nos perdemos dentro de nosotros mismos pensando en qué fallamos, nos alejamos cada vez un poco más los unos de los otros. Todo por culpa de ese miedo irrefrenable que tienen algunos de admitir que quieren a alguien, que son vulnerables, que necesitan de los demás. Se crean entonces ciclos eternos de soledades provocados por corazones cobardes. Corazones ya no solo con miedo de amar, sino con miedo de admitir que aman.

Por eso a ti, querido lector, te diría que si encuentras a alguien que te aprecia y además te lo demuestra, nunca lo dejes marchar. Se trata de una joya difícil de encontrar.

K.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Esperar


"Esperemos lo que deseamos, pero soportemos lo que acontezca". 
Cicerón

martes, 22 de marzo de 2016

Poema de las Cosas

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Quizás estando sola, de noche, en tu aposento,
oirás que alguien te llama sin que tú sepas quién,
y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento
que existen ciertamente, pero que no se ven...

Y también es posible que una tarde de hastío,
como florece un surco, te renazca un afán,
y aprenderás entonces que hay cosas como el río
que se estan yendo siempre, pero que no se van...

O al cruzar una calle, tu corazón risueño
recordará una pena que no tuviste ayer,
y aprenderás entonces que hay cosas como el sueño,
cosas que nunca han sido, pero que pueden ser...

Por más que tú prefieras ignorar estas cosas
sabrás por qué suspiras oyendo una canción,
y aprenderás entonces que hay cosas como rosas,
cosas que son hermosas, sin saber que lo son...

Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido
y un soplo de ceniza regará tu jardín,
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que nunca tienen fin.

José Ángel Buesa

viernes, 18 de marzo de 2016

Cambios


                         
Es curioso cómo la vida puede cambiar de un día para otro. A veces solo basta una palabra. Un gesto. Una decepción. Una sorpresa. Una persona. Y entonces todo se vuelve del revés. Entonces todo es diferente. De pronto el pasado ya no existe, el presente se pierde y el futuro se convierte en misterio. Lo que ayer tenía sentido hoy carece de ello. Y seguramente todo eso que hoy parece estar tan claro, mañana volverá a distorsionarse otra vez.
K.

sábado, 5 de marzo de 2016

Sin querer.



Sin querer te encadenas a recuerdos que luego ni queriendo eres capaz de olvidar.
Sin querer edificas sueños sobre muros que solo existen en tu imaginación.
Sin querer escribes cuentos de los que crees ser el autor, pero que escribe a solas tu corazón.
Sin querer quieres con toda tu alma, aun sabiendo que entregar tu alma por completo es arriesgado.
Sin querer te ilusionas, sin querer te enamoras, sin querer vuelas alto.
Del mismo modo que sin querer te desilusionas, sin querer naufragas, sin querer te estrellas.
Pero al igual que sin querer tomaste un rumbo equivocado, solo si tú quieres podrás retomar el camino de vuelta a tu hogar. A tu refugio. A ese lugar donde todo ocurre solo cuando y como tú quieres. A ese lugar donde aprendes a quererte a ti mismo. Y solo entonces es cuando, sin querer, vuelves a querer de verdad. 

K

martes, 1 de marzo de 2016

El absurdo de las comedias anti-románticas

Acabo de venir de ver una película tan grotesca y tan poco agradable, que tengo la imperiosa necesidad de escribir al respecto, a pesar de que quizás sea una entrada un poco diferente al estilo habitual de este blog.

Me encanta el cine. Como seguramente le ocurra a la mayoría de la gente, uno de los motivos por los que tanto me gusta es porque me permite evadirme y sumergirme en mundos de fantasía y aventuras a menudo más divertidos que el mundo real. Me permite acceder a lugares en los que me gustaría vivir, a tiempos en los que me gustaría haber nacido, a sentimientos que me gustaría experimentar y a sueños que me gustaría ver cumplidos en mi realidad. Porque en lo que se refiere a darnos material para crear sueños, la fábrica de Hollywood es experta. Nos suele enseñar relatos perfectos en los que todo parece salir bien, relatos en los que a cualquiera le gustaría ser protagonista. Dentro de esa corriente de perfección casi celestial, el género que quizás se centre más en dicha idea es el de la comedia romántica. Y de comedias románticas y otros sucedáneos es de lo que quería hablar hoy.

Toda la vida han existido las típicas películas en las que se nos presenta una historia de amor entre dos personas que están destinadas a estar juntas, siendo ese el final del filme en un 98% de las veces. Por supuesto a lo largo de la trama solemos presenciar algún que otro bache entre ambos protagonistas, por eso de intentar darle un cierto toque de realismo a la historia. Pero no importa qué tan lejos esté Romeo de su Julieta, no importa que el mundo se acabe al día siguiente o que haya un tercero en discordia (normalmente este sujeto suele acabar solo y desamparado, pero ya se encargan los guionistas de enseñarnos antes lo mala persona que es para que así su mala fortuna no nos produzca otra cosa sino satisfacción). Nada de eso importa, porque desde el minuto 1 ya sabemos el final: vivirán felices y comerán perdices. 

No podemos negar pues que en cuanto a originalidad no tienen mucho que aportarnos. Pero eso ya lo sabemos los fieles seguidores de este género, y quizás por eso nos encanta. Si bien debo admitir que he tenido épocas de no querer verlas ni en pintura, al final siempre termino acudiendo a este tipo de películas, ya que mi condición de soñadora y romántica empedernida me lleva a ello irremediablemente. Es por eso que, viendo los tiempos que corren, me veo obligada a defenderlas. Con cierta desilusión, me he dado cuenta de que últimamente existe una especie de campaña en contra de las tradicionales historias románticas del cine. Estamos presenciando un despunte de lo que yo llamaría "comedias anti-románticas". 

Las comedias anti-románticas son todas esas películas hechas para burlarse de los mensajes de amor que toda la vida nos han aportado sus archienemigas las comedias románticas. Para ello, este cada vez más popular subgénero de cine (y de series) nos enseña historias "reales" en las que se deja de un lado el componente sentimental de las relaciones para pasar a centrarse en las partes más banales y superficiales de las mismas, ridiculizando al mismo tiempo cualquier tipo de atisbo del romanticismo. Nos pretenden transmitir que toda idea concebida previamente sobre las historias de amor es falsa e irreal. Que el amor no es siempre color de rosas y que casi nunca acaba bien. Que en la vida nunca hay finales felices, y que por tanto así deben reflejarlo las películas. Pero yo no podría estar más en desacuerdo con esta filosofía. 


Es cierto que el amor no es fácil, y que a menudo puede provocar más sufrimiento que alegría. Pero eso no quita que cuando funciona, el amor es quizás uno de los sentimientos más mágicos que puede llegar a experimentar el ser humano. Por eso yo me pregunto: ¿por qué eliminar el factor positivo del amor en el cine? ¿Por qué centrarnos solo en las versiones "realistas" del amor? ¿Por qué no puede ser verídico un final feliz? ¿Por qué nos venden la idea de que los cuentos de hada no pueden ser reales? 
 Yo sí creo que esas historias de amor cinematográficas pueden existir. La realidad siempre termina superando a la ficción. Y aunque a veces sean historias extremadamente fantasiosas, no me digáis que ninguno habéis deseado alguna vez un final hollywoodiense en el que acabáis con el chico o la chica de vuestros sueños enredado/a en vuestros brazos. Todos queremos lo mismo, aunque no todos lo admitamos. 
En un mundo tan impersonal y a veces desalentador, estas historias pueden suponer un rayo de luz para muchos. Así que dejadnos en paz si nos gusta soñar con cosas bonitas. No nos convencerán de hacer lo contrario por muchas películas anti-amor que hagan. Y que no intenten matar nuestros sueños solo porque estos parezcan complicados.

Termino esta entrada  con una escena sublime de Cuando Harry encontró a Sally (1989), uno de los referentes de la comedia romántica de todos los tiempos. 


K.


martes, 23 de febrero de 2016

Viento de cara - Supersubmarina



Te busco en el hueco que queda en mi alma,
tan frío y profundo que no encuentro nada.
Quisiera volverme invisible
y colarme esta noche en tu cama.

Me acuesto a la sombra de un árbol sin ramas,
las dudas y el miedo me sirven de almohada.
Dormirme sería imposible,
la hierba me escuece en la cara.

Que cada vez que te vuelva a mirar
me resulte más fácil morir
que obligarme a decir la verdad.

Rayo que no cesa, mar en calma.
Faro entre la niebla, viento de cara...

La Luna se asoma y parece de plata,
el Sol le hace frente al llegar la mañana.
Quisiera que fuera invencible
y que nunca jamás se apagara.

Que cada vez que te vuelva a mirar
me resulte más fácil morir
que obligarme a decir la verdad.

Rayo que no cesa, mar en calma.
Faro entre la niebla, viento de cara...


lunes, 22 de febrero de 2016

En lo platónico.




En verdad hay sentimientos que es mejor que se queden en lo platónico. Y es mejor recordarlos así, irreales, inacabados, porque eso es lo que los hace perfectos.

Gabriel García Márquez

lunes, 8 de febrero de 2016

One Art (Un arte)



The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.

—Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.

Elizabeth Bishop


(Traducción)
El arte de perder no es difícil de dominar.
Tantas cosas contienen el germen 
de la pérdida, que perderlas no es un desastre. 

Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, las horas malgastadas.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares, y nombres, y la parada siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.

Perdí el reloj de mi madre, ¡y mira! Desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.

Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, un gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil de dominar,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.