martes, 23 de febrero de 2016

Viento de cara - Supersubmarina



Te busco en el hueco que queda en mi alma,
tan frío y profundo que no encuentro nada.
Quisiera volverme invisible
y colarme esta noche en tu cama.

Me acuesto a la sombra de un árbol sin ramas,
las dudas y el miedo me sirven de almohada.
Dormirme sería imposible,
la hierba me escuece en la cara.

Que cada vez que te vuelva a mirar
me resulte más fácil morir
que obligarme a decir la verdad.

Rayo que no cesa, mar en calma.
Faro entre la niebla, viento de cara...

La Luna se asoma y parece de plata,
el Sol le hace frente al llegar la mañana.
Quisiera que fuera invencible
y que nunca jamás se apagara.

Que cada vez que te vuelva a mirar
me resulte más fácil morir
que obligarme a decir la verdad.

Rayo que no cesa, mar en calma.
Faro entre la niebla, viento de cara...


lunes, 22 de febrero de 2016

En lo platónico.




En verdad hay sentimientos que es mejor que se queden en lo platónico. Y es mejor recordarlos así, irreales, inacabados, porque eso es lo que los hace perfectos.

Gabriel García Márquez

lunes, 8 de febrero de 2016

One Art (Un arte)



The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.

—Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.

Elizabeth Bishop


(Traducción)
El arte de perder no es difícil de dominar.
Tantas cosas contienen el germen 
de la pérdida, que perderlas no es un desastre. 

Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, las horas malgastadas.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares, y nombres, y la parada siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.

Perdí el reloj de mi madre, ¡y mira! Desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.

Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, un gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil de dominar,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.