domingo, 17 de junio de 2018

Cenizas

Lo que un día fue fuego hoy son cenizas. Cenizas con aroma a recuerdos candentes, de esos que queman cuando se asoman por el ventanal de nuestra memoria. Vuelven, arden y luego se van, porque a fin de cuentas son solo recuerdos y nada más. Lo que representan ya no existe ni existirá, al menos no de la misma forma que antes. 

No soplará el viento igual que aquella brisa fresca de verano en pleno otoño. 
No habrá luz tan brillante como aquel resplandor en medio de la oscuridad. 
No habrá aroma más agradable que aquel que  conociste en aquella tarde. 
Pero no importa. Porque también se pueden construir cosas maravillosas desde las cenizas. También se puede convertir recuerdos en moralejas, y convertir las moralejas en nuevos sueños. Y es que al final la vida es eso: soñar, vivir, recordar, olvidar y vuelta a empezar. Ciclos.

K.