viernes, 6 de enero de 2017

El columpio

Encontré este fantástico corto español (merecido ganador de un Goya) de casualidad, como se encuentran casi todas las mejores cosas de la vida. Expresa con una facilidad pasmosa una situación tan real y tan habitual que es difícil que haya alguien que no se sienta identificado al verlo. Porque ¿a quién no le ha pasado? ¿Quién no ha vivido una historia de amor tan corta pero tan intensa que se queda grabada para siempre en su memoria? ¿Quién no ha tenido la sensación de conocer a su alma gemela sin casi haberle dirigido la palabra? ¿Quién no ha sentido la magia correr por cada uno de los poros de su cuerpo, sin necesidad de llevar a cabo el más mínimo contacto físico? 

Pues bien, todo eso y mucho más queda reflejado en El columpio (1992, Álvaro Fernández Armero), un sencillo pero emocionante homenaje a las más bellas y puras historias de amor, todas esas que están destinadas a desarrollarse únicamente en el mundo de los sueños.


Con lo fácil que sería dejar las cosas claras. "Hola, te he estado observando y creo que tienes una sonrisa maravillosa y un cuerpo estupendo. Me encantaría pasar esta noche contigo, y si todo sale bien no tendría inconveniente en amarte el resto de mi vida". Eso es lo fácil. Pero no, siempre ocurre lo contrario...

K.

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